Constelación
Nuestros ya cálidos cuerpos se
acomodaban en aquel espacio de descanso finito que innumerables veces nos había
permitido la comodidad del amor, así pues como hace unos minutos había acontecido,
dejándonos en un placentero reposo lleno de miradas de amor y placer, donde
poco a poco las palabras se fueron formando para emitir una charla del
pensamiento más que del espíritu, sin embargo, mientras aquellas palabras se emitían
con calma, mis parpados decidieron chocar frenéticamente, enviándome a un
universo infinito y lleno de colores majestuosos, donde frente a mí, en aquel
majestuoso espacio, pude visualizar dos hermosas constelaciones cada una
independiente de la otra, unidas de manera personal por un mágico espectro de
luz personal y sin pensarlo al verlas, pude comprender, quienes eran, y vi
reflejado a este ser, junto a su amante, uno frente al otro, con movimientos
imperceptibles e incomprensibles, salvo, por sus figuras unidas por aquellos
colores, pude ver en ella, un cálido amarillo que jamás podría describir, así
como en el pude distinguir un poderoso azul, que les daba la forma que mi mente
me dejaba comprender, los vi enamorados y abrazados, navegando el espacio,
donde en una segunda mirada, pude ver toda una galaxia, compartida entre ellos,
como si estuviera incluso, dentro de ellos, como si fueran uno, un solo ser que
no debía medir separaciones, que no debía medir palabras, caricias o amores,
eran uno, pero eras dos, tenían algo incluso más poderoso que el amor, fue allí,
absorto en aquella imagen espectral, que logre distinguir nuestros rostros y
mirar, sentí una sonrisa recorrer mi ser, con las cuales unas tiernas palabras
pude retener y volver, fue allí junto a ella, que me sentí feliz una vez más, contándole
de a poco lo que había visto, lo que sentía, y lo que juntos, me gustaría lograr.
Jesús Todemun