Dignidad
No comprendo, no comprendo,
sinceramente no comprendo…
Me levanto por las mañanas algunas
veces cansado y dolido por la resaca de la noche anterior, escapando de los
intensos rayos de sol que por mi ventana se filtran sin compasión, debo tratar
de comprender y encajar en esta sociedad, así que me arrimo a la cocina y me
enjuago los dientes con el whisky más barato que puedo encontrar, aquel que es
caro lo uso como excusa para beber sin parar cuando digo que debo escribir
aunque no pueda nada avanzar, apretó mis ojos y trato de recobrar la
compostura, pero aunque no lo desee escucho las bocinas de los autos fuera de
mi casa, la gente se atormenta sin compasión para llegar temprano a sus
cárceles obligadas, esas que creen pueden elegir esas con las que dicen poder
ser dignos a final de mes, “el trabajo dignifica” me dice mi mujer diariamente
cuando llega de trabajar, “no mujer” respondo cada vez, “el trabajo no te hace
más digna ante los ojos de esta sociedad, ganar dinero es lo que tu exclamas
como dignidad, compréndelo de una vez, te lo ruego amada mía, y por favor,
déjate de webiar” la gente le mete cosas en la cabeza, le dice que soy un vago
por no salir a laburar, pero en el fondo ella sabe que trabajo día a día sin
parar, tal vez solo le molestan las botellas de alcohol repartidas por doquier en
este hogar, se va gruñendo luego de eso, se va al baño, a ella le gusta llegar
a cagar, ni eso tranquila puede hacer a donde va a trabajar, por eso no
comprendo este mundo, tan horrible y sepulcral, te ponen en un lugar incomodo a
hacer cosas que detestas pero las haces igual, nadie se ve feliz cuando tiene
que trabajar, ni yo que amo lo que hago me siento feliz de sentarme en mi
propio hogar a trabajar, por eso bebo, y bebo sin parar, para perder la
conciencia de este mundo y olvidar que lo quiero explicar, esa patraña de
comprender al mundo, ¿A quién quiero engañar? Aunque lo entendiera, nadie lo
querría escuchar, porque a nadie le interesa realmente escuchar, todos quieren
hablar, expresar y balbucear, así que digo adiós a toda esa mierda y abro otra
botella de lo que sea que sea alcohol, mi objetivo es estar ebrio, ebrio y
desinhibido, poder desnudo cabalgar en la conciencia de miles, y con mi sexo
perturbar, ah… que placer aquel que obtengo al acariciar, aquellas mentes
débiles y cansadas que se sienten dignas cuando con su sucio dinero compran mis
palabras sin dudar, compren ¡compren! Su sucio dinero me hace digno para
holgazanear, me hace digno para tomar, una que otra copa, hasta que la
conciencia se extinga, hasta que la vida termine, hasta que mi sexo se acabe.