martes, 3 de febrero de 2015



Castillo


El oficial Castillo como en cualquier otra noche de aquel frio invierno no tenía más opción que hacer su patrulla habitual, sin sospechar siquiera que aquella seria la noche que cambiaría su vida para siempre, aquella seria la noche que sus sueños se acabarían y que su mente se quebraría. A pesar de todos los años de fiel servicio, nunca nada preparo al oficial para aquella noche, aquellos ojos perdidos aún con vida, pero ya sin alma, gimiendo con su último suspiro por piedad para acabar con su vida, “no, por favor, no me lleves al hospital, no quiero mejorar, no quiero recordar” podía leer el oficial en aquellos ojos que al verle dejaban desbordar una pequeña lagrima de súplica para terminar con su sufrimiento. Muchas veces el arma de Castillo se había disparado para acabar con algún criminal, pero nunca para terminar con la inocente vida de un simple niño, quien sabe que infiernos tuvo que pasar para quedar así, solo él los sabe, solo él los sabe y ya pronto, nadie más.


Jesús Todemun