sábado, 4 de julio de 2015



Hasta siempre



―Este solía ser el lugar donde pasábamos la mayoría de esas tardes en que no sabíamos que sucedería de nuestras vidas, mirando los autos pasar por la carretera, pensando en que algún día seriamos nosotros los que estaríamos allí, huyendo de todo.

―Sabes… en parte, yo jamás abandone esa idea… y sé que de algún modo tú tampoco lo hiciste, de otra manera ¿Por qué estarías aquí?

―¡Detent…

―¡No!, no puedo, jamás te deje de amar, jamás te deje de necesitar ¿O es acaso que no comprendes que sin ti mi vida se desplomó?

―Sé que para ti era fundamental, que sin mí no tenías inspiración pero…

―¡Eras mi todo!... ¿Por qué me dejaste? ¿Por qué no te despediste al menos? Te espere aquí frente a la carretera por horas, la lluvia no me importaba, el frio ya no lo sentía, solo deseaba verte, tenerte, abrazarte, amarte…

―Fui pero no te encontré, al menos eso es lo que me gusta pensar, entre la lluvia vi una sombra, y como es de costumbre sentí miedo… huí…

―En mi corazón siempre lo supe, pero decidí no ir por ti, sabía que algo no estaba bien, pensé que tal vez simplemente no era el momento y sencillamente te deje ir aun con todo el dolor de mi corazón.

―Fue necesario, debía emprender el vuelo, debía al otro día tomar ese avión, era el viaje que marcaría mi destino, debía hacer lo que mis padres querían, sin embargo debes saber que en el último de los momentos me arrepentí de no huir contigo, lo sé… soy una cobarde.

―tal vez, así era mejor...

―Podrás odiarme todo lo que quieras, pero el dolor de no haber tomado la decisión correcta, es el peor de los castigos.

―Jamás te podre odiar, pues aquello que sentía me impedía no comprenderte, sentí tu miedo y te deje correr. Tal vez el cobarde fui yo, que jamás corrió tras tus pasos, tal vez el cobarde fui yo, que jamás fui a buscarte.

―No te culpes, finalmente las cosas pasan por algo, los cuentos a veces llegan a tener un final feliz.

―Tal vez no hay culpa, tal vez solo es un acto más en esta extraña aventura que jamás dejamos terminar, tal vez si fue un final, o tal vez un comienzo más, jamás lo comprenderé realmente, solo tal vez cuando mi vida termine para siempre.

―debo partir una vez más…

―lo sé…

―no me odies por favor…

―jamás podría hacerlo…

―Adiós

―Hasta siempre amada mía…



Jesús (guionbajo) Todemun

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