Pomo
-¿A dónde vas?
Vi en su mirada mientras avanzaba hacia la puerta que ya sabía
la respuesta pero de todas maneras conteste.
+Al trabajo
-Tú no tienes un trabajo
+Tú ni siquiera existes
-Existo tanto como existes tú
+Pasamos por esto cada década, cada ¡maldita! década
-Y a pesar de ello, llevas más de cien años insistiendo con
eso de trabajar
+¿No podrías simplemente sonreír y desearme un buen día?
-Nosotros ni siquiera tenemos percepción del tiempo imbécil
+Todo está en tu cabeza
-¿Cual cabeza imbécil?
+Sabes que me desagrada que me insultes tanto
-¿Y que vas a hacer? ¿matarte? pues te tengo malas noticias,
ya lo hiciste imbécil
+No fue mi culpa y lo sabes
-Se suponía que eras tú el que arreglaría esa fuga
+Tenía una familia que mantener por si no lo recuerdas, un
trabajo al que asistir
-¿Esa es tu mejor excusa? ¿cien años y aún no eres capaz de
admitir tu error?
Sentía que nada de lo que pudiera decir ayudaría en ese
momento, asi simplemente me quede frente a la puerta y espere más insultos.
-¿Sabes siquiera porque te detengo siempre que intentas
salir?
+Nunca me lo has dicho
-Porque allí fuera no hay nada para nosotros, ni siquiera
podemos salir de verdad,
+Eso es una mentira
-Adelante imbécil, inténtalo
A pesar de haberlo hecho tantas veces en el pasado, esta vez
por más que trataba de tomar ese pomo, no podía, hasta que me di cuenta de la
verdad, "la última vez que tome ese pomo, estaba vivo", súbitamente ella
comenzó a reír, y simplemente no pude evitar reír con ella.
-¿Que vas a hacer ahora?
+¿Sabes? fue mi culpa, no sabía lo que tenía que hacer,
nunca había cambiado una cañería así que el plan era simplemente salir esa
mañana, ir al trabajo y desde allí llamar a un técnico para arreglar todo antes
de que pudieras verlo
-Gracias... eso era todo lo que quería escuchar...
El destello fue extraño, ella comenzó a iluminar la habitación
y antes que pudiera decir algo, yo también comencé a iluminar el lugar, de un
momento a otro ya no nos encontrábamos mas en esa habitación, de un momento a
otro, con esas simples palabras, finalmente éramos libres.
Jesús Todemun
-Gracias... eso era todo lo que quería escuchar...
ResponderBorrarDebiste terminarlo aquí, el resto es de misionero evangélico (risas). No siempre es bueno rematar...!!!