jueves, 30 de abril de 2015

Aquí 


    Y una vez más su sonrisa escapa de mí, y su piel marchita en el recuerdo de un momento ya sepultado en el pasado, donde ya jamás podre tomarla entre mis brazos y expresarle sin palabra alguna cuanto le deseo, cuanto le pienso, y cuanto le siento, pues a pesar de ser un cuerpo en la oscuridad tendido a mi lado, he visto sus colores, los colores de su alma, los colores de su ser, aquellos que no me mienten, aquellos que me revelan quien está allí, o acá, aquellos que me dicen a donde va, ese camino que con sus palabras esconde, y con su mirada disipa para ignorar que ya no estará más, pero fe aun sobre todo es lo que ella deja allí, en mi cama, cual flor al amanecer, fe en cultivar aquel romance que tal vez nunca acabara, y pues aquí me tendrá, esperando y escribiendo como loco perdido entre bosques de soledad y abrazos de un amor que se silencia en distancias de tiempo que jamás se acabaran, tiempos que con el mismo tiempo se acabaran, hasta que finalmente juntos volvamos a estar.


Jesús Todemun

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