Ángel
Alimentando nuestras existencias
sobre la suciedad de la ciudad, vimos llegar un ángel, el ángel de la muerte,
que con calma se sentó frente a nuestras miradas para consumir a otra víctima
entre sus brazos y quien pues si no mi propio ángel que pudo ver y escuchar el
agonizante sonido de su existencia, para hacerme notar la presencia de un
muerto en vida quien no hacia otra cosa que reír con su rostro y llorar con su
alma perdida en este mundo.
Jesús Todemun
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